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Bloque 1: qué es el ecofeminismo

Definición

El ecofeminismo es una corriente de pensamiento y un movimiento social que integra feminismo y ecologismo, poniendo de manifiesto las relaciones existentes entre la subordinación de las mujeres y otros grupos sociales no privilegiados con la sobreexplotación y degradación del medio natural.

Los movilizaciones ecofeministas, surgen en los años 80, en el contexto de la guerra fría, y tienen un acercamiento muy empírico al ecofeminismo. Son mujeres que descubren la destrucción cruzada de las mujeres y de la naturaleza, experimentan las similitudes entre miedo a la destrucción nuclear y miedo cotidiana al ser violada y acosada, y reconocen la necesidad de construir confianza y estima para responder a esas violencias. Muchas veces ni se dicen ecofeministas, las categorías abstractas vienen en un segundo o tercer momento.

Como marco teórico, no se trata de un ecofeminismo sino de muchos ecofeminismos. Son textos plurales, a menudo contradictorios, experimentales y creativos, que solo han adquirido legitimidad académica recientemente. Los enfoques suelen estar conectados pero no siempre van juntos: las autoras entrelazan política con lo spiritual, el cuerpo, la imaginación, la magia, las emociones o la estética. Se reapropian áreas de nuestra cultura que han sido minusvaloradas, o asociada a lo femenino: la impureza, el sexo, la irracionalidad, la histeria, la naturaleza, lo sensible, la materia.

El capitalismo patriarcal esta fundado sobre una oposición y una jerarquía entre estos valores femeninos y otros, masculinos: la razón, el espíritu, la cultura, la pureza, lo sagrado. Sin embargo, en vez de rechazar esta identificación, el gesto ecofeminista consiste en darle la vuelta, invertir el estigma (reclaim). Dicen: aunque biológicamente, no somos más cercanas a las emociones, al trabajo reproductivo y a la naturaleza que los hombres, históricamente hemos estado asociadas a ellas desde siglos y siglos. Y hoy, más que nunca, es crucial volver a aprender de manera colectiva a tomarlas en cuenta, para ambos hombres y mujeres. Se trata de experimentación, invención: ¿cómo volver a querer todos los cuerpos, valorar nuestras menstruaciones, nuestros deseos? ¿cómo cultivar otros tipos de relación a la naturaleza, más sensuales e íntimos, etc.? ¿cómo podemos recuperar esos valores de forma positiva, y así crear un movimiento político que sea fiel al feminismo pero también a las mujeres, incluso las que no rechazan esa identificación? El éxito ecofeminista reside en esto: se intenta crear un movimiento popular, inclusivo, que permite a mujeres de todas clases sociales entrar, evitando excluir las que no quieren estar emancipadas. En los colectivos ecofeministas se buscaba cultivar ambos puntos de vistas: el de la feminidad tradicional, y el del feminismo radical. Eran divergencias por cultivar dentro del movimiento, diferencias enriquecedoras; no eran operadores de división.

RESUMEN
Por lo tanto, como enfoque teórico, el ecofeminismo propugna que el sistema capitalista y neoliberal, en alianza con el patriarcal, ha generado una cultura suicida de dominación y extractivismo sin control que debe ser sustituida por una política de eco-dependencia. Se sitúa por tanto directamente en contra del capitalismo, el mecanicismo (reducción de todas las cosas a meros recursos que podemos utilizar), las religiones patriarcales y la ética del poder y de la dominación.

El ecofeminismo no está restringido a personas oprimidas por su género, sino que reconoce el derecho de todas las especies, y los derechos de la naturaleza. En la concepción ecofeminista todos los seres son iguales; todos tienen derechos: las mujeres tienen derechos; pero hay que combinar esos derechos con los de las otras especies y con los de otras personas. Se trata por tanto de un enfoque interseccional que observa que tanto los privilegios como las opresiones interactúan entre sí formando una estructura compleja de dominación que es necesario desmontar en su totalidad.

Pensadoras e ideas relevantes
  • Ya en 1974 Françoise d'Eaubonne publicó un libro llamado Le Féminisme ou la Mort, en el cual relaciona la opresión y la dominación de todos los grupos marginados (mujeres, personas de color, niños, pobres) con la opresión y la dominación de la naturaleza (animales, tierra, agua, aire, etc.). En el libro, la autora argumenta que la opresión, la dominación, la explotación y la colonización de la sociedad patriarcal occidental han causado directamente un daño medioambiental irreversible.
  • Vandana Shiva: es uno de los mayores referentes del ecofeminismo a nivel mundial. Esta autora y activista de la India defiende el papel esencial que han tenido las mujeres en la custodia del territorio, la agricultura sostenible y el mantenimiento de los bancos de semillas tradicionales. Según Shiva, el ecofeminismo es un movimiento tan antiguo como la vida misma y consiste en poner la vida en el centro de la organización social, política y económica; cosa que las mujeres ya practican porque son ellas a quienes se les ha dejado la tarea del cuidado y el mantenimiento de la vida tomando en cuenta la determinación biológica.
  • Alicia Puleo: esta autora española y doctora en filosofía ha desarrollado las tesis del ecofeminismo crítico, en el que se considera que la mujer no tiene una vinculación con la naturaleza per se, pero en cualquier caso cree que vivimos en una época de crecimiento económico insostenible que hace necesaria la vinculación entre el feminismo y la ecología. Esta autora considera necesaria la universalización de los valores de la ética del cuidado, vinculados culturalmente a las mujeres, pero evitando hacer de las mujeres las salvadoras del planeta.
  • Yayo Herrero: antropóloga española y profesora universitaria, sostiene la imposibilidad del crecimiento capitalista en un mundo con recursos finitos, que además precariza e invisibiliza los trabajos que hacen posible el mantenimiento de la vida humana, como la producción agrícola o el trabajo reproductivo, y propone una transición hacia un modelo económico sostenible.
  • Starhawk: activista en varias luchas desde los años 70, escritora, bruja y profesora de permacultura en California. Cofundó en 1980 el movimiento neopagano “Reclaiming” recuperando tradiciones de brujería y entrelazando el culto de la Diosa y el activismo político. En “Earth Activist Training”, da clase de permacultura (en línea y presencial) con un enfoque de justicia social, de empoderamiento colectivo y de anclaje espiritual.
  • Maria Mies: socióloga alemana y pensadora marxista, cuyo enfoque es sobre la relación entre el patriarcado y el capitalismo. Aboga por una alianza entre mujeres del occidente y del Sur Global
    para luchar contra el modelo del crecimiento. Maria Mies, Patriarchy and Accumulation on the World Scale, 1986.
  • Ariel Salleh: socióloga australiana, escritora feminista y activista. Su ecofeminismo pone las relaciones de clase y raza en el centro; critica un feminismo postmoderno que se ha academizado y desligado de las luchas de las compañeras madres, y del Sur Global.
  • Bell Hooks: “Los hombres no son iguales entre sí en una estructura de clases supremacista, capitalista y patriarcal, ¿con respecto de qué hombres quieren ser iguales las mujeres?'
  • Emilie Hache: filosofa y activista francesa. Es especialista en ecología pragmática y hizo un trabajo monumental de archivo y recopilación de los textos ecofeministas fundamentales (Emilie Hache (ed), Reclaiming, 2016). Ha escrito varios textos claves sobre maternidad, las cuestiones de reproducción y regeneración.
  • Myriam Bahaffou: activista, investigadora francesa. Lucha para una recuperación cotidiana del ecofeminismo y lo trata a través de sus experiencias intimas y corporales de persona racializada, de autodenominada “zorra”. Aboga por una repolitización de un movimiento que ha empezado a ser una “tendencia” de blancos privilegiados. Myriam Bahaffou, Des Paillettes sur le compost. Ecofeminismes au quotidien, 2022.