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Los roles

Roles imprescindibles

Todo GT debe contar con una, dos o más personas para los roles que se encargan de la coordinación del GT. Hay dos roles que se encargan de esta labor: dinamización y enlace.

Enlace

El mandato para el enlace consiste servir de contacto con otros GT, permitiendo una comunicación fluida. Para ello, su mandato es:

  • Formar parte del GT del que su GT se ramifica, sirviendo de enlace entre ambos.
  • Facilitar la detección de las posibles tensiones que surjan entre ambos GT y promover que se aborde su resolución en el nivel que sea apropiado.
  • Encontrar un reemplazo para representar al equipo en la reunión del GT más amplio en caso de no poder asistir.
  • Facilitar el flujo de información con otros GT que sea necesario.
  • Servir de contacto para las personas que quieran comunicarse con el GT.

Dinamización

  • El mandato del rol de dinamización tendrá, como mínimo, las siguientes tareas relacionadas:
  • Gestionar apropiadamente el flujo de información dentro del GT.
  • Dinamizar el GT si es necesario, recordando las tareas pendientes y fechas. Es decir, vigilar que el grupo no se “duerme en los laureles”.
  • Gestionar las reuniones periódicas y los documentos organizativos del GT.
  • Acoger a las nuevas rebeldes que se incorporen al GT, incluyéndolas en la plataforma de comunicaciones del GT.
  • Velar por el eficiente reparto de las tareas en curso.
  • Escuchar  los comentarios de los miembros del GT y pedir a las personas que abandonen el GT si no cumplen con los requisitos establecidos.
  • Tratar de que todo el mundo se sienta cómodo y acompañado. Estar atento a posibles situaciones de violencia, discriminación, etc. y actuar en consecuencia.

Roles internos opcionales

Es muy recomendable que los GT definan sus propios roles internos con mandatos claros para el trabajo en proceso dentro del GT. Se incrementa así la claridad y se reduce la posibilidad de confusión sobre quién está haciendo qué. Además, estos roles pueden cumplir funciones de los roles imprescindibles librando a estos de parte de su carga de trabajo.

Cuando un GT define roles con mandatos, la autoridad correspondiente se delega desde el GT hasta el nivel del rol. Esto implica que las decisiones correspondientes a esos mandatos ya no se toman a nivel del GT, sino que en su lugar es la persona o personas que ocupan el rol las que decide.

Los GT también pueden decidir no definir roles, pero esta opción es menos recomendable, ya que reduce la claridad de quién hace el qué y potencialmente genera mayor confusión. En estos casos lo habitual es que diferentes personas del GT estén trabajando en actividades del GT sin que sus roles estén formalmente definidos y explicitados. Las decisiones se toman por parte del GT en su conjunto, que es el que tiene el mandato, puesto que no se ha delegado a ningún rol.

Ejemplos de roles internos útiles son: cuidados, acompañamiento a nuevas integrantes, tesorería, documentación y actas, etc.