Ecofeminismo y justicia transformadora

El ecofeminismo es una corriente de pensamiento y un movimiento social que integra feminismo y ecologismo, poniendo de manifiesto las relaciones existentes entre la subordinación de las mujeres y otros grupos sociales no privilegiados con la sobreexplotación y degradación del medio natural.

Introducción

“If I can’t dance in your revolution, I’m not coming”
(Emma Goldman)


Women Pentagon’s Action
El 17 de noviembre 1980, 2000 mujeres caminan hacia el Pentágono. Llevan 4 gigantes muñecas de carnaval, simbolizando el duelo (en blanco), la rabia (en rojo), el empowerment (en dorado) y el desafío (en negro). La mayoría de las mujeres van disfrazadas y maquilladas. Las procesiones expresan rabia, tristeza y alegría. A medida que llega la muñeca blanca, acompañada de silencio y lloros, levantan lápidas para todos las que han muerto a causa de esta máquina de guerra y productivismo: mujeres asesinadas en Vietnam o durante abortos clandestinos, pero también “An Frank”, “Marilyn Monroe”, “las brujas de Salem”, o “la madre del soldado que mi hijo mató en Vietnam”. Con la muñeca roja, las manifestantes empiezan a gritar, ulular y pisotear el suelo con tambores. Cuando la muñeca dorada llega, las mujeres rodean el Pentágono. Algunas con escobas, limpian las entradas, otras con ovillos de lana empiezan a tejer una red enorme frente a sus puertas, otras lanzan hechizos. Finalmente, la muñeca del desafío llega: las mujeres se juntan y leen una declaración de unidad escrita de manera colectiva previamente a la acción. La declaración está escrita sin jerga, sin tecnicismos, y se elaboró pidiendo la opinión de mujeres en la cocina, en el metro etc:

“Nos reunimos en el Pentágono el 17 de noviembre porque tememos por nuestras vidas. Tememos por la vida de este planeta, nuestra Tierra, y por la vida de nuestros hijos, que son nuestro futuro humano […] Estamos en manos de hombres cuyo poder y riqueza les han separado de la realidad de la vida cotidiana y de la imaginación. Tenemos razón en tener miedo.”

Bloque 1: qué es el ecofeminismo

Definición

El ecofeminismo es una corriente de pensamiento y un movimiento social que integra feminismo y ecologismo, poniendo de manifiesto las relaciones existentes entre la subordinación de las mujeres y otros grupos sociales no privilegiados con la sobreexplotación y degradación del medio natural.

Los movilizaciones ecofeministas, surgen en los años 80, en el contexto de la guerra fría, y tienen un acercamiento muy empírico al ecofeminismo. Son mujeres que descubren la destrucción cruzada de las mujeres y de la naturaleza, experimentan las similitudes entre miedo a la destrucción nuclear y miedo cotidiana al ser violada y acosada, y reconocen la necesidad de construir confianza y estima para responder a esas violencias. Muchas veces ni se dicen ecofeministas, las categorías abstractas vienen en un segundo o tercer momento.

Como marco teórico, no se trata de un ecofeminismo sino de muchos ecofeminismos. Son textos plurales, a menudo contradictorios, experimentales y creativos, que solo han adquirido legitimidad académica recientemente. Los enfoques suelen estar conectados pero no siempre van juntos: las autoras entrelazan política con lo spiritual, el cuerpo, la imaginación, la magia, las emociones o la estética. Se reapropian áreas de nuestra cultura que han sido minusvaloradas, o asociada a lo femenino: la impureza, el sexo, la irracionalidad, la histeria, la naturaleza, lo sensible, la materia.

El capitalismo patriarcal esta fundado sobre una oposición y una jerarquía entre estos valores femeninos y otros, masculinos: la razón, el espíritu, la cultura, la pureza, lo sagrado. Sin embargo, en vez de rechazar esta identificación, el gesto ecofeminista consiste en darle la vuelta, invertir el estigma (reclaim). Dicen: aunque biológicamente, no somos más cercanas a las emociones, al trabajo reproductivo y a la naturaleza que los hombres, históricamente hemos estado asociadas a ellas desde siglos y siglos. Y hoy, más que nunca, es crucial volver a aprender de manera colectiva a tomarlas en cuenta, para ambos hombres y mujeres. Se trata de experimentación, invención: ¿cómo volver a querer todos los cuerpos, valorar nuestras menstruaciones, nuestros deseos? ¿cómo cultivar otros tipos de relación a la naturaleza, más sensuales e íntimos, etc.? ¿cómo podemos recuperar esos valores de forma positiva, y así crear un movimiento político que sea fiel al feminismo pero también a las mujeres, incluso las que no rechazan esa identificación? El éxito ecofeminista reside en esto: se intenta crear un movimiento popular, inclusivo, que permite a mujeres de todas clases sociales entrar, evitando excluir las que no quieren estar emancipadas. En los colectivos ecofeministas se buscaba cultivar ambos puntos de vistas: el de la feminidad tradicional, y el del feminismo radical. Eran divergencias por cultivar dentro del movimiento, diferencias enriquecedoras; no eran operadores de división.

RESUMEN
Por lo tanto, como enfoque teórico, el ecofeminismo propugna que el sistema capitalista y neoliberal, en alianza con el patriarcal, ha generado una cultura suicida de dominación y extractivismo sin control que debe ser sustituida por una política de eco-dependencia. Se sitúa por tanto directamente en contra del capitalismo, el mecanicismo (reducción de todas las cosas a meros recursos que podemos utilizar), las religiones patriarcales y la ética del poder y de la dominación.

El ecofeminismo no está restringido a personas oprimidas por su género, sino que reconoce el derecho de todas las especies, y los derechos de la naturaleza. En la concepción ecofeminista todos los seres son iguales; todos tienen derechos: las mujeres tienen derechos; pero hay que combinar esos derechos con los de las otras especies y con los de otras personas. Se trata por tanto de un enfoque interseccional que observa que tanto los privilegios como las opresiones interactúan entre sí formando una estructura compleja de dominación que es necesario desmontar en su totalidad.

Pensadoras e ideas relevantes

Bloque 2: cómo lo trasladamos a XR

El grupo ecofeminista de XR madrid.

Cómo surge y con qué propósito
El grupo ecofeminista de XR Madrid surge de la necesidad de romper la barrera invisible que existe entre lo que decimos o pensamos que somos y lo que realmente estamos siendo, incluso sin darnos cuenta.

Uno de los objetivos del grupo es poner sobre la mesa conductas normalizadas que reproducen patrones sistémicos contra los que decimos que luchamos a diario. Conductas que por supuesto se dan tanto dentro como fuera del movimiento.

En este caso el grupo de gestión ecofeminista nace con la necesidad de abordar una de las muchas opresiones con las que convivimos, que es la opresión de género, y nace de una forma bastante abrupta debido a la urgencia, puesto que se observa una cantidad preocupante de casos de agresiones machistas dentro del movimiento o ejercidas por personas que pertenecen al movimiento.

De todas formas, aunque nazca con esa tarea específica, el objetivo es acabar abordando todas las opresiones que pueda haber en el movimiento, y no solo la de género, para lo cual surgirán nuevos grupos o se transformará la estructura del grupo actual.

Carácter no mixto.
En lo relativo a la cuestión de género (que de momento es la única que estamos abordando), el grupo es de naturaleza no mixta y esto se debe a que consideramos que deben ser los géneros oprimidos (en plural) los que reflexionen, expresen, instruyan y tomen decisiones relativas a la lucha contra su propia opresión.

Esto no significa que todo el trabajo tengan que hacerlo precisamente las personas con géneros históricamente oprimidos, sino que son estas las que deben tener la posibilidad de alzar su voz y decidir si así lo desean. Sin embargo, la mayor parte del trabajo para conseguir un cambio colectivo consiste, de hecho, en que todas las demás personas del movimiento escuchen a este grupo, reflexionen sobre sus propios pensamientos y conductas y estén dispuestas a cambiarlos.

Creemos que esta lógica tiene sentido también a la hora de abordar otras opresiones y que cada grupo oprimido debe poder decidir si quieren formar un grupo específico de gestión o no, y en tal caso quiénes quieren que participen en él y quiénes no, siguiendo siempre una lógica de interseccionalidad que implica estar en constante comunicación unos grupos con otros y abordar conjuntamente los casos que así lo requieran. De todas formas, estamos en constante aprendizaje y esta estructura podrá modificarse en el futuro si así lo vemos conveniente.

 

1. VIOLENCIA, CONFLICTO Y AGRESIÓN

Llamamos violencia a cualquier acción, conducta directa, indirecta, física, verbal o no verbal no deseada que dañe, ofenda, avergüence, humille y/o intimide a una persona o ser vivo. Dentro de este tipo de acciones, es necesario diferenciar entre conflictos y agresiones.

Un conflicto es una situación de confrontación que ocurre de manera bidireccional entre dos partes en igualdad de privilegios o condiciones.

Una agresión es un acto unidireccional que ocurre desde una parte hacia la otra, en el que existe una desigualdad de privilegios estructurales (ej.: raza, género, edad…) o una desigualdad de condiciones (ej.: todxs contra unx, ebriedad…).

Las agresiones ocurren todos los días, y muchas de ellas las tenemos normalizadas, como, por ejemplo:
alguien hace una propuesta pero el grupo sigue adelante sin dar feedback; saltarse el turno de palabra o interrumpir a alguien mientras habla; repetir lo que acaba de explicar una persona dando por hecho que lo vas a explicar mejor; acaparar demasiado espacio en una conversación o en un espacio físico.

Mas allá de esas agresiones, las agresiones sexuales son unas de las primeras causas de dislocación de los colectivos. En todos los colectivos, hay momentos informales, con alcohol y cercanía que aumentan los riesgos de agresión. En prevención, talleres sobre el consentimiento pueden ser beneficiosos. Aquí solo proponemos unas pautas básicas.

 

2. CONSENTIMIENTO

Los límites del consentimiento NO son difusos.

Podemos definir el consentimiento en este ámbito como una decisión consciente, voluntaria y mutua entre todas las personas partícipes de una actividad sexual o íntima. Puede expresarse mediante palabras o acciones que comuniquen inequívocamente que se da permiso a o se tiene voluntad de participar en la actividad sexual u otra actividad de carácter íntimo. El consentimiento es la marca de una voluntad, no se trata de saber lo que está o no deseado; se trata de escuchar y leer la voluntad que esta expresada.

Qué cosas NO son consentimiento:

De todas formas, como apunte y por si a alguien le sorprende, las personas leídas como mujeres y personas con identidades disidentes, al igual que los hombres cis, deseamos y buscamos activamente relaciones sexuales, no tenemos por qué “consentirlas”. Con lo cual, si no hay una muestra explícita de voluntad, no debería haber ninguna duda de si es adecuado o no tener un acto sexual con alguien

3. CONCEPTO DE VIOLACIÓN Y CULTURA DE LA VIOLACIÓN.

La violación es un delito sexual que consiste en forzar a una persona a mantener relaciones sexuales sin su consentimiento. Cualquier acto sexual llevado a cabo sin el consentimiento de alguna de las partes, es una violación.

Es un acto de agresión habitual en la violencia de género, de hecho, el 99% de las personas condenadas por violación son varones.

Algunos datos para desmitificar el concepto de violación:

La cultura de la violación es un concepto feminista que describe la violación como un problema social y cultural que es aceptado y normalizado debido a actitudes sociales sobre el género, el sexo y la sexualidad.

Algunos ejemplos de comportamientos comúnmente asociados con la cultura de la violación:

4. MEDIACIÓN DE CONFLICTOS VS PROCESOS DE RESPONSABILIZACIÓN CONSCIENTE

El grupo ecofeminista se basa en el enfoque de la justicia transformadora, que defiende los procesos de responsabilización consciente para tratar agresiones a diferencia de los procesos de mediación de conflictos, que deben usarse solo para tratar conflictos.

Para que esto se entienda debemos aprender a diferenciar entre lo que es un conflicto y lo que es una agresión, ya que abordarlos de la misma manera es un error habitual en muchos espacios.

La mediación sirve para el caso de dos personas que tienen un conflicto que hay que resolver, ya que pone las dos personas sobre un pie de igualdad. El maltrato y el abuso no son mutuos. Es común ver cómo se proponen procesos de mediación de conflictos para solucionar casos de agresiones, y esto puede ser un grave error al intentar igualar en condiciones y estructura a dos partes claramente descompensadas en cuanto a que una ha sido afectada y la otra ha sido autora del daño. Con frecuencia, una de las partes en conflicto supera el poder ejercido sobre la otra, y si no se hace un esfuerzo por remediar esta descompensación, la neutralidad a menudo favorece a quien tiene más poder.

Por ejemplo, juntar en una misma sala a ambas partes ignorando esta descompensación puede suponer una revictimización de la parte agredida y un retroceso en el proceso de gestión de la agresión, es por ello que, si surge la necesidad de hacerse, debería ser siempre con el consentimiento de ambas partes, y siempre teniendo en cuenta la descompensación estructural y situacional.

Sin embargo, la mediación puede ser útil para facilitar algunas de las negociaciones concretas dentro de un proceso de responsabilización consciente.

Así, el grupo ecofeminista propone una herramienta adicional al grupo de gestión de conflictos. Ese grupo interviene cuando hay problemas de comunicación, incomprensión, donde la mediación sirve a buscar una solución win-win, en la cual ninguna de las partes tiene total razón. Cuando ciertos limites se pasan y nos damos cuenta de que la situación a tratar es una agresión, interviene el grupo de justicia trasformadora.

EJERCICIO SOBRE LA DIFERENCIA ENTRE CONFLICTO Y AGRESIÓN: Por grupo de 3-4, hacer una ronda de sentires para formular que es un conflicto y que es una agresión. Elaborar un ejemplo de conflicto y un ejemplo de agresión por grupo . Luego compartir al grupo las conclusiones

5. OBJETIVO DEL PROCESO DE JUSTICIA TRANSFORMADORA.

Las violencias de género hacen que un colectivo sea disfuncional, y el proceso de justicia trasformadora se genera para curar el daño ocasionado, sin focalizarse en el castigo, sino en transformar las dinámicas grupales de forma que nuestros espacios sean cada vez más seguros. Lo hacemos a través de un proceso de responsabilización consciente, lo cual implica fijar condiciones o demandas a la persona acusada para restaurar la seguridad o la confianza y prevenir que el daño no se vuelva a infligir, añadiendo la posibilidad de algún método de seguimiento para asegurarse de que estas demandas se cumplen. Aunque algunos principios de la justicia penal nos puedan ser de gran utilidad, debemos superar algunas de sus carencias. Un ejemplo es la exigencia de que existan pruebas o testigos de una agresión para iniciar un proceso de responsabilización. Si seguimos esta lógica, corremos el riesgo de ignorar agresiones en las que dichas pruebas o testigos no existen, es decir, la mayoría de las agresiones sexuales. El objetivo de este grupo NO es demostrar lo que ha pasado (con pruebas etc.) ni elaborar juicios de valor sobre la situación de violencia. Dentro de un colectivo activista como XR, el objetivo es proteger el colectivo, así como cuestionar las estructuras de poder que conllevan estos comportamientos abusivos.

6. TIPOS DE JUSTICIA. JUSTICIA TRANSFORMADORA.


Justicia judicial/retributiva → se limita a responder a una infracción con alguna forma de daño […] con el objetivo de herir, avergonzar o penalizar a quienes agreden. Estas formas de control social son un pilar fundamental del statu quo opresor.

La justicia restaurativa se enfoca en las necesidades de las personas que han sufrido el daño y en las que lo han ejercido. Así, quien ha sufrido el daño juega un papel activo en la resolución del conflicto mientras se anima a quienes han causado dicho perjuicio a responsabilizarse de sus acciones y reparar el mal que han causado. La justicia restaurativa considera el crimen como una brecha en la comunidad y busca restaurar la seguridad, la confianza y el bienestar. Los principios fundamentales son:

El objetivo es la reinserción de las victimas y de los autores del daño: mientras la justicia tradicional buscar excluir a los culpables de la comunidad, la justicia restaurativa buscar reintegrarlos para que puedan contribuir al bien común. La justicia restaurativa se enfoca sobre el cuidado hacia las victimas y la generosidad hacia los autores, para disminuir el número de reincidencias. .Criticas hacia la justicia restaurativa (Ruth Morris): se funda sobre el objetivo de “restaurar”; la ilusión de poder volver a un estado pre-agresión

Como la justicia restaurativa, la justicia transformadora se inspira de prácticas de las poblaciones autóctonas en USA y afro-americanas, y han sido aplicadas por comunidades racializadas, queer, trabajadoras del sexo etc. Que no pueden recurrir fácilmente al sistema penal. La justicia transformadora coloca el foco de la justicia restaurativa en la curación del daño, añadiendo una perspectiva crítica a la opresión sistemática. Sus principios son:

Su funcionamiento:

PROCESO:

1. Crear un grupo de apoyo a la superviviente (GAS)

2. Crear el equipo responsabilización (ER)

3. Reuniones entre ambos grupos para decidir cómo aproximarse al tema.

Cosas que deben quedar claras antes de iniciar la comunicación con el autor:

Esos dos grupos tienen encuentros frecuentes para estar al tanto de las necesidades de la víctima y de la evolución de los procesos con el autor de los actos; es importante formar sistemas de apoyo, cuidado entre las personas de ambos grupos, especialmente durante momentos difíciles para poder mantenerse firmes y sanas.

 

4. Reuniones con el autor del daño.

IDEAS PARA TRATAR CON EL AUTOR:

**Un encuentro entre autor y victima puede ocurrir, pero solo si la victima lo pide

 

Algunos factores que ayudan a decidir si se interrumpe el proceso de responsabilización consciente son:

El autor no ha sido receptivo de diálogo y rechaza el proceso de responsabilización

En caso de expulsión: publicar o no el nombre? = la práctica del “call out” es el último recurso de un proceso de justicia transformadora, cuando todos los anteriores pasos fallan (no se ha podido trasformar la situación, entonces se denuncia el individuo) (https://www.collectif-fracas.com/article/call-outer-des-queer)

En caso de que los hechos son demasiado graves y sobrepasan nuestras posibilidad de gestión dentro del colectivo, reconocer nuestros propios limites como colectivo y recurrir a justicia tradicional

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